Los principales tipos o clases de aceites para coche son sintéticos y minerales. Para cada motor será mejor o más recomendable un aceite u otro, y dentro de cada clase existen muchas variedades que se diferencian principalmente en la viscosidad y en otros parámetros que vamos a ver ahora mismo. Lo básico es que debemos utilizar el aceite recomendado por el fabricante para no tener problemas.
Eso significa que debemos ceñirnos a la norma de la viscosidad (SAE) del aceite que requiere el motor y se expresa en “fluidez / viscosidad”. Por ejemplo, un aceite 5W40 como este, que es recomendado para muchos motores TDI, es un aceite con un índice de fluidez relativamente bajo. Cuanto más bajo es el primer número, mejor porque ayuda a que el arranque en frío sea más fácil (W viene de ‘winter’, invierno en inglés).
El número 40 indica la viscosidad del aceite a la temperatura que va a operar el motor, que es lo que lo protege cuando rodamos a velocidad de crucero o cuando, en pocas palabras, el motor está caliente. Vemos que tenemos dos indicadores que básicamente nos indican cómo va a responder el aceite cuando el coche está frío, y cómo evoluciona con la temperatura hasta el punto de funcionamiento óptimo.
Pero vamos a responder a la pregunta: ¿aceite mineral o sintético?
Sintético casi en el 99,999% (por no decir el 100%) de los casos de coches más nuevos, básicamente por los aditivos y detergentes que incluyen y que contribuyen a cuidar el motor del coche. Todos los aditivos y detergentes tienen como misión mejorar aspectos como el encendido en frío, mantener el motor y el propio aceite libre de impurezas, cuidar el filtro, etc., etc., así que casi sin ninguna duda tu aceite recomendado será sintético, y luego dependiendo de los API y SAE que recomiende el fabricante, ese será el aceite que has de comprar.