El 21 de abril se celebra el día de la Seguridad e Higiene en el Trabajo. Ese día, en el año 1972 se sancionó en Argentina la ley 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo (reglamentada por decreto Nº 351/79), piedra fundamental de la actual normativa en materia de prevención de accidentes laborales en el país. Este día se celebra con el fin de reforzar en la opinión pública la problemática de los riesgos y la seguridad de las personas en el ámbito laboral, promoviendo una cultura de la prevención mediante la educación, la sensibilización y la anticipación. El incremento del bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de la población en funciones productivas representan aspectos importantes del desarrollo económico y social del país.
La seguridad y salud laboral (denominada anteriormente como “seguridad e higiene en el trabajo”) tiene por objeto la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo.
Se construye en un medio ambiente de trabajo adecuado, con condiciones de trabajo justas, donde los trabajadores y trabajadoras puedan desarrollar una actividad con dignidad y donde sea posible su participación para la mejora de las condiciones de salud y seguridad.
En Gottig y CIA, tanto en estaciones de servicios como en la unidad de transporte de cargas peligrosas, se realizan anualmente actividades orientadas a la prevención de accidentes; tales como capacitaciones en el manejo defensivo, uso de herramientas, prácticas de incendio, simulacros, entre otros. De esta forma las personas se encuentran más seguras pero fundamentalmente preparadas para afrontar situaciones de emergencia no solo en el ámbito laboral sino en en su vida diaria.
El festejo de este día tiene como objetivo principalmente reforzar la prevención de los riesgos que corren algunas personas dentro del ámbito laboral. Para evitar accidentes es fundamental promover un ideal de prevención y para lograrlo, son aliados necesarios la educación y el cuidado. Además, mejorar la calidad de vida de los habitantes que forman parte del grupo trabajador activo impacta directamente y de forma positiva, en el desarrollo social y económico de una región.